De este tema tratamos en una de las últimas reuniones. Recogíamos cómo muchas veces en las discusiones se pierden los papeles y se ataca de forma personal a las personas, enrareciendo el ambiente e incluso pudiendo dar lugar a diferencias casi irreconciliables. Y yendo a lo positivo fueron saliendo unas pautas sencillas, que guardan una relación directa con las normas básicas de convivencia. Pensamos que podríamos recoger, por fin, este decálogo que unos a otros nos decíamos:

 

1.- Cálmate cuando los compañeros tengan un mal día o estén furiosos, ya que no entran a razones y pierden los papeles. Muestra tu modestia, pero de forma equilibrada.

 

2.- La razón o puntos de vista en una discusión no son ni de uno, ni de dos, sino al menos tres: El tuyo, el del compañero y el del resto de personas presentes. No se trata de ser condescendientes ni dar la razón en todo, sino de enriquecer el propio punto de vista.

 

3.- Reflexiona antes de hablar. La relación siempre es más importante que el asunto del que se esté discutiendo.

 

4.- Trata bien a las personas con las que se vive o con las que colaboras. "Es el mejor negocio en todos los sentidos".

 

5.- Hay que buscar el lado positivo siempre, incluso en las situaciones más complicadas. La capacidad de convertir los problemas en oportunidades denota una buena gestión y control de uno mismo.

 

6.- Si haces preguntas, escucha siempre la respuesta.

 

7.- No herir intencionadamente a los compañeros.

 

8.- Diferenciar entre un análisis constructivo de una crítica destructiva es clave para mantener la convivencia en el puesto de trabajo.

 

9.- Ten presente que si eres tolerante con los demás, éstos mostrarán su paciencia contigo.

 

10.- El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar su responsabilidad. Un conflicto bien manejado refuerza la relación y te ayuda aprender de las diferencias con los otros. Poner en práctica este decálogo no garantiza en ningún caso que se vayan a acabar las discusiones ni que los compañeros de trabajo sean como amigos de la infancia. No obstante, sí se limarán asperezas y se mejorarán las relaciones profesionales entre compañeros, amén de prevenir discusiones de alto voltaje.